La Batalla Final. Sólo puede quedar uno. Durante los últimos cuatrocientos años, los Dinosaurios y los Homínidos están inmersos en una batalla sangrienta por la supremacía en La Tierra. Al principio la fuerza, velocidad y mayor numero de los Dinosaurios hizo que los Homínidos casi desapareciesen.
Durante la primera parte de la guerra parecía impensable una derrota de los lagartos. Pero la inteligencia de los pequeños mamíferos bípedos, y su capacidad organizativa resultó ser clave para el desenlace de la contienda. Durante mucho tiempo las distintas etnias humanas habían luchado independientemente las unas de las otras, pero eso cambió. Se estableció un objetivo y estrategia común. No podían enfrentarse a los Dinosaurios a pecho descubierto, por lo que acabarían con su sustento.
Primero acabaron con miles de hectáreas de vegetación. Para evitar que los herbívoros sobreviviesen. Al descender el numero de herbívoros, la fuente de alimentación de los carnívoros disminuyó. Con esto y con la caza masiva de animales menores, los Homínidos consiguieron diezmar la población de Grandes Predadores sin necesidad de enfrentarse a ellos.
Lo que nos lleva al momento actual. El último de los Dinosaurios contra el líder de los Humanos. Se enfrentan cara a cara para poder guardar las apariencias. En el fondo el Dinosaurio apenas se tenía en pie, y detrás del jefe había cientos de Hombres con armas arrojadizas. La batalla estaba decidida. El Mundo había quedado prácticamente inhabitable, pero la capacidad de adaptación de los Humanos no tenía límites. Gobernarían La Tierra miles de años.
Ya se dice que la unión y la inteligencia hacen la fuerza.
ResponderEliminarMira tú¡ el tamaño no importa.