Me llamo Ander Treviño, y soy Pisicologuista. Lo digo de cara y sin avergonzarme. Durante años vengo escuchando las penas, preocupaciones y locuras de todos aquellos que se pueden permitir pagar 85 Euros la hora. Como se habrán podido imaginar he visto de todo. Desde la pobre anciana que se deprimía cada vez que alguien decía "José María Íñigo", hasta el misterioso caso del increíble "Hombre tetera" Que se dedicaba a ir a restaurantes y cafeterías para orinar en las tazas de la gente. Un artículo sobre este último paciente, que escribí para la revista "Pisicologuistas Hoy" me valió el premio de la Academia de Pisicologuistas Españoles.
Pero los pacientes que realmente han marcado mi existencia son "El Señor Cesta de Huevos", que sólo sabía decir "Cesta de Huevos", y "La Prima de Mao Zedong", una señora de Pozuelo de Calatrava que aseguraba ser descendiente directa del líder Comunista Chino.
Empecemos por el primero. Cuando llegó a la consulta "El Señor Cesta de Huevos" me quedé impresionado. A cada pregunta que yo le hacía el respondía ¡Cesta de Huevos! No había forma de que dijera otra cosa. Le induje al sueño. Le desperté de golpe y me dijo ¡Cesta de Huevos! Probé a comunicarme con él escribiendo, pero sólo escribía ¡Cesta de Huevos! y se frustraba porque no le entendía. Y yo me frustraba porque no veía la forma de ayudarle.
En el caso de "La Prima de Mao Zedong" me pasó algo parecido. Aunque era claramente española y caucásica (además de estar ternesca), se empeñaba en hablar en chino. Como yo sospechaba que en realidad se lo inventaba, invité a Chang, el dependiente de la tienda de ultramarinos del barrio, que como en el resto de España resulta que es chino, y le pedí que me tradujera. Pero me dijo que no entendía lo que decía la señora. Dos casos en los que me tuve que rendir por ser incapaz de comunicarme con los pacientes.
Una mañana, Estaba comprando alcaparras en la tienda de Chang y entró "El Señor Cesta de Huevos". Miró a Chang y le dijo ¡Cesta de huevos! Chang le entregó lo que pedía y mi paciente dijo ¡Gracias! Estaba curado. Sólo necesitaba que le dieran lo que pedía.
"La Prima de Mao Zedong" murió poco después de la curación de Emilio (Así se llamaba "El Señor Cesta de Huevos"). Estando en el funeral se presentaron muchos chinos de uniforme y le rindieron honores militares. Resulta que Mao Zedong estuvo de visita en España y echó una canita al aire con una autóctona. Y fruto de esta relación nació "La Prima de Mao Zedong". Chang me confesó que él era Coreano, pero fingía ser chino para poder entrar en el negocio de las tiendas de chinos (¿Quién ha oído hablar de las tiendas de coreanos?) Por eso no entendía lo que decía "La Prima de Mao Zedong".
Como buen Pisicologuista sólo puedo sacar una conclusión lógica de mis experiencias profesionales. Las cosas no son lo que parecen, y sobre todo, muchas veces no parecen lo que son.
Autenticamente GENIALES¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarJorge quiero decir (Yorch)cada vez que dibujas es un escalón más hacía la CIMA...
Iñaki,como siempre muy divertido tu cuento. Algún día se hablará mucho de vosotros y se conocerá a " Escribujo" en todo el mundo, mundial.