Yorch (Jorge para los amigos, pero sobretodo para los enemigos) nace en Ciudad Real. Es un niño encantador y tierno, por lo que nadie sospechaba que se convertiría en uno de los más peligrosos jugadores de ruleta rusa. En el colegio, en lugar de estudiar se dedicaba a pintar bigotes en las fotos de mujeres que aparecían en los libros de texto. En el caso de Frida Kahlo decidió pintarle un sombrero. Su crecimiento es normal. Se rodea de buenos amigos que le duran hasta el día de hoy (Se sospecha que esos amigos han recibido subvenciones estatales por hacer compañía a Yorch).
Pronto empieza a destacar por su habilidad con los pinceles (siempre está pintando la mona), así que, después de una fracasada incursión en el mundo de los Ingenieros Técnicos Agrícolas (en donde compartió partidas de cartas y cervezas con Iñaki), decide abandonarlo todo y marchar a la capital en busca de su sueño. Ganarse la vida dibujando monigotes. Se forma en la materia y se convierte en un auténtico virtuoso. Como le pasa a todos los genios las grandes empresas del sector se lo rifan, pero el opta por una pequeña compañía donde ir evolucionando y enriqueciendo su arte.
Por la noche se convierte en un malvado torturador de tortugas llamado Splausman. Y es Archienemigo de Scoutman. Que curiosamente es hermano de Trampax, cuya personalidad secreta es Iñaki. En fin, que el culebrón está servido...
Cuando surge la posibilidad de iniciar este proyecto ya colaboraba con Iñaki en las ilustraciones para la Web otro de los genios que ha dado Ciudad Real. Amatria. Gracias a su inventiva cada imagen de Escribujo es una historia en si misma.