Concurso Escribujo (Ganador Texto)

Ganador ALEX RAMOS
Perdí la noción del tiempo. Estaba oscuro y los sonidos que lograba captar parecían estar en otro país, en otra dimensión. Lejanos, ajenos.  Poco a poco empecé a retomar el control del cuerpo. La boca sabía a hiel, la bilis arañaba la garganta tratando de escapar. Brazos torpes abrazaron mi abdomen; no debí tomar ese último trozo de pizza. Haciendo un esfuerzo en lo que me pareció una eternidad, me incorporé, ¿dónde estaba? ¿de dónde salía ese sonido húmedo? Abrí la puerta y el mero sonido de la puerta me resquebrajó el cráneo, ¡joder! en ese momento me di cuenta: la habitación contigua estaba abierta y de debajo de la puerta del baño salía luz. Sí,  odiaba a mi compañero de piso.

Me había quedado dormido y ya se estaba duchando. Un retortijón dobló mi cuerpo, deseé en ese momento la destrucción de todo ser vivo. No de forma sutil, no en forma de cataclismo nuclear, rápido e indoloro. Un hongo nuclear rápido y clemente no era suficiente para calmar la rabia que empezaba a nublar mi razón. Deseé la muerte lenta, dolorosa  y truculenta de todo organismo vivo. Pero eso no era posible, y poco a poco sentía cómo reptaban los oscuros zarcillos del odio inundando mi alma y desplazando de mí todo aquello que te hace ser humano. Y todo se volvió rojo.

El tiempo se detuvo. Gritos, golpes, sangre, lucha, acero, pulpa, silencio. Algo rojo y cálido resbalaba entre mis dedos; de alguna manera sentía, pero en la manera en que sientes cuando sueñas. Todo era un reflejo atenuado de la realidad. Una extraña sensación de placidez y tranquilidad mientras observabas los actos de un agente exógeno. Pero ¿quién te trae de vuelta cuándo estás ausente?

Entonces desperté. Y aquello no era fruto de un desvarío onírico, tardé en tomar consciencia de que estaba en la bañera, la sangre pintaba la estancia y empezaba a coagularse formando extrañas formas. No pude evitar el ejercicio infantil de buscar formas en los despojos eviscerados. El perfil de una cabeza de perro en el espejo, una pareja besándose en la tapa del inodoro, una nube descargando un rayo en la cortina de la ducha, el mapa de Italia en una baldosa del suelo ¡eh! ¿es eso un ninja en el bidé? Aquel estúpido ejercicio  desentumeció mi cuerpo lo suficiente para darme cuenta del peso que oprimía mi regazo, por instinto bajé la mirada sabiendo exactamente qué forma, tacto y apariencia tenía aquello. ¿Qué cojones hacía yo ahora con la cabeza de mi compañero de piso?

Menciones Honoríficas (muy cerca de la victoria):
Miguel Carrasco: Relato corto, simple y divertido.
Keni Roldán: El toque Jíbaro nos apasiona. La sangre Roldán invade este relato.
Alex Pozuelo: Pura y consistente ciencia ficción.
Joni Antequera: Una vuelta de tuerca a lo evidente. Otro punto de vista. Genial.
Francisco Ginés: El mejor ejemplo de surrealismo costumbrista.


Gracias a todos por participar. A los ganadores les comunicaremos la fecha en la que se les entregará su Horticepatron 6000.

2 comentarios :

  1. Hombre, creo que es el asesinato mejor narrado que he leído en mi vida, así que perder contra él no me pone para nada triste... pero que la gente nunca sepa lo que son "Los Brolos" sí, y a mi abuelo también... jajaja!

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  2. Joni, El viernes todo el mudo sabrá lo que son los Brolos. Si te sirve de consuelo, has rozado la victoria...

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