Jacinto Flox fue un niño feliz. Creció entre los animales y saltimbanquis del circo del que era dueño su padre, el famoso Payaso Jacques Flox III. El señor Flox era descendiente de una estirpe de artistas circenses que se remontaba 4 generaciones. Pero no quería para Jacinto esa vida inestable y desgarrada, que le había hecho salir de su Francia natal, convirtiéndole prácticamente en un apátrida.
La dulce Marie Gaetan Flox, madre de Jacinto, esposa de Jacques, y la más grande funanbulista que se vió en Europa desde la muerte de Gustav Olavson, inculcó en su hijo el espíritu del Circo. Le hizo ver la belleza de la magia y la ilusión. La satisfacción de entretener y sorprender a la gente. Jacinto adoraba la pista central, pero adoraba aún más a su madre. Una noche fatídica, cuando Marie hacía su famosa voltereta lateral invertida sobre el alambre, a 20 metros del suelo, y sin red, algo salió mal. Marie cayó violentamente, y perdió la vida. Su hijo tenía tan sólo 7 años.
Jacques no pudo soportar seguir en el negocio sin ella, y se deshizo del circo. Una tarde de primavera Jacinto pregunto a su Padre que dónde había ido su madre. Jacques contestó que ella había marchado junto al sol. En ese momento, Jacinto se zafó del brazo de su padre y echó a correr. Por más que la gente del pueblo y las autoridades lo buscaron sin descanso, nunca más se supo de él.
Hoy, casi 30 años después, un hombre con el pelo muy parecido al de un antiguo famoso payaso, es visto de vez en cuando corriendo entre los árboles del bosque de Whelinwood, mirando directamente al sol. Y sólo se le oye murmurar "Te alcanzaré. Tarde o temprano te alcanzaré..."
La dulce Marie Gaetan Flox, madre de Jacinto, esposa de Jacques, y la más grande funanbulista que se vió en Europa desde la muerte de Gustav Olavson, inculcó en su hijo el espíritu del Circo. Le hizo ver la belleza de la magia y la ilusión. La satisfacción de entretener y sorprender a la gente. Jacinto adoraba la pista central, pero adoraba aún más a su madre. Una noche fatídica, cuando Marie hacía su famosa voltereta lateral invertida sobre el alambre, a 20 metros del suelo, y sin red, algo salió mal. Marie cayó violentamente, y perdió la vida. Su hijo tenía tan sólo 7 años.
Jacques no pudo soportar seguir en el negocio sin ella, y se deshizo del circo. Una tarde de primavera Jacinto pregunto a su Padre que dónde había ido su madre. Jacques contestó que ella había marchado junto al sol. En ese momento, Jacinto se zafó del brazo de su padre y echó a correr. Por más que la gente del pueblo y las autoridades lo buscaron sin descanso, nunca más se supo de él.
Hoy, casi 30 años después, un hombre con el pelo muy parecido al de un antiguo famoso payaso, es visto de vez en cuando corriendo entre los árboles del bosque de Whelinwood, mirando directamente al sol. Y sólo se le oye murmurar "Te alcanzaré. Tarde o temprano te alcanzaré..."
Un pequeño escalofrío...
ResponderEliminarBuah... estremecedor
ResponderEliminarSe me han puesto los pelicos de punta...
ResponderEliminarYo lo puedo confirmar, me lo he cruzado varias veces,cuando he salido a caminar por la mañana temprano y es igualito al personaje del dibujo de Jorge
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