Al igual que el Llanero Solitario, a lomos de su corcel, abandona el pueblo en dirección al atardecer, una vez han concluido su labor, Yorch e Iñaki hacen un alto en el camino de Escribujo. Pero lejos de ser una despedida se trata de un descanso para retomar fuerzas. Unas vacaciones que se dedicarán a madurar nuevos proyectos e incluso una reinvención del Escribujo tal y como lo conocemos.
Gracias por cada letra leída y por cada dibujo disfrutado. Gracias por apoyarnos y por dar a conocer esta gilipollez que hacemos...
Esperamos que a nuestro regreso, vosotros también esteís ahí!
Un Saludo de parte de los Escribujantes!
Os queremos!
Creo que voy a llorar :(
ResponderEliminarHay magia en los escribujos
ResponderEliminarYo, también os quiero,estaré aqui esperando vuestra vuelta
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